Desde los años 60 y 70, lo alternativo en comunicación se ha entendido como “lo otro” a la comunicación dominante. Es aquella producción que surge de una gran cantidad de grupos sociales excluidos de los espacios de decisión y debate público en la sociedad, así como de los flujos de información que circulan masivamente. Las diferencias sociales, la exclusión, la concentración del poder en manos de unos pocos, se reflejan también en el ámbito de la comunicación. Estas desigualdades, y el contexto latinoamericano de ese momento, dieron lugar al nacimiento de múltiples experiencias de comunicación barrial, popular, participativa, local y contestataria.
Según Mar de Foncuberta y Gómez Mompart, la denominada “comunicación alternativa ” “ha nacido a partir de sectores de oposición de izquierdas, por lo general organizados, que han necesitado buscar una alternativa a fin de encontrar un modelo de comunicación, o simplemente una práctica que sirviera a sus intereses ideológicos”[1].
Pero, hoy, a comienzos del siglo XXI, si bien se conservan enormes brechas sociales, y prevalecen la inequidad y la exclusión, los retos para la comunicación son diferentes. La globalización, las tecnologías de la información, el surgimiento de otras culturas juveniles, la ruptura de las fronteras, de los estados-nación, el surgimiento del ciberespacio, han generado nuevos lenguajes y nuevas formas de apreciación de la realidad que nos llaman también a formas creativas de resistencia y de participación en lo público.
A esa comunicación conocida como alternativa, popular, o de base le ha llegado la hora de replantearse.
No se la puede seguir entendiendo como la comunicación que se hace de manera artesanal, dirigida a un público reducido, marginal, o en contra de los medios masivos. Las nuevas formas de relación demandan propuestas originales, que también puede n ser masivas, autosostenibles, e, incluso, rentables.
El nuevo rumbo le apuesta a la conformación de una ciudadanía fortalecida, que participa de la construcción de la agenda pública, es veedora de la gestión pública. La comunicación se realiza con criterios de equidad e inclusión social.
1. Comunicación sin apellido
La comunicación que se realiza no se debe a la pregunta acerca de contra quién o contra qué se habla y se actúa, sino al tipo de mensaje que se propone, a la forma de expresarlo, y a lo que éste genera.
Es una comunicación que considera al público, no como un receptor pasivo, sino como colectivos que pueden y deben ser también productores de mensajes. Son sujetos con los que se entra en relación, no grupos de gente a los que hay que revelar el camino a seguir, explicar lo que se debe decir, pensar y hacer.
“Comunicar no es tomar la voz para representar ni remplazar a los que no son visibles públicamente. Es abrir espacios para su expresión.”
A tener en cuenta:
- Investigar los hechos, las comunidades y las culturas.
- Confrontar fuentes y opiniones.
- Consultar fuentes provenientes de diversos sectores sin quedarse únicamente con la versión oficial.
- Garantizar espacio para todos los grupos sociales.
- Relacionar lo que ocurre en las localidades con los niveles nacionales e internacionales y no conformarse con la información tradicional de agencias de prensa y comunicaciones oficiales.
- Indagar por lo que pasa en zonas semejantes en el mundo, sin restringirse a los países o regiones privilegiados por las transnacionales de la información.
- Destacar las acciones de la comunidad más que las de personas aisladas.
- Resaltar los liderazgos naturales, que no necesariamente coinciden con altos cargos y nombramientos.
- Hacer seguimiento a las informaciones y casos que se presenten.
- Encontrar la relación entre lo local y lo global, entre lo extraordinario y lo ordinario, entre los hechos puntuales y los procesos.
Una propuesta de comunicación muestra la realidad desde diversas ópticas y puntos de vista para que la gente tenga la mayor cantidad de elementos de juicio para formarse una opinión. Ahora, la posición ideológica o política del medio se hace explícita en las secciones editoriales, de modo que quien recibe los mensajes conoce con claridad la opinión de quienes los elaboran. No tiene sentido repetir la historia de medios en los que se presenta una sola versión, la línea correcta, la que sí es.
La comunicación es participación y no consumo, se refiere a sujetos sociales y no a consumidores o usuarios. En vez de estar al servicio de una ideología o de un interés económico particular, está al servicio del interés general y alimenta la esfera pública, al fomentar la circulación y confrontación de intereses privados que se hacen públicos, es decir, de todos, ¿Cuál es su objetivo? Generar un ambiente democrático en donde los diferentes grupos sociales estén representados simbólicamente y donde sus propuestas sean escuchadas. La comunicación es un elemento esencial para el desarrollo de las comunidades y para los cambios sociales.
¿Cómo puede haber sistema democrático sin expresión de las minorías? Es importante que estos grupos se hagan visibles, expongan sus puntos de vista y los argumenten. También que se legitimen sus formas expresivas y de comunicación, reflejo de sus culturas. La comunicación debe aportar en la construcción de agenda pública incluyente. No es sólo cuestión de medios, es cuestión de procesos comunicativos, que generen diálogos sociales.
Hacer comunicación es una opción de quienes van a producir los mensajes, más que una definición por población o número de ejemplares de una publicación. Es la apuesta por la expresión múltiple, diversa y creativa de las comunidades. Es promover la controversia de visiones en el escenario público. Es aportar a que la toma de decisiones que atañen a lo público sea transparente. Es ejercer control al poder tanto a nivel local y regional, como nacional. Es evidenciar los riesgos, consecuencias y oportunidades para el país de lo que sucede en el mundo. Es trascender el día a día, para dar cuenta de procesos, no sólo de hechos. Es construir democracia.
2. Esas formas de comunicación que andan sueltas por ahí[2]
Las comunidades se comunican permanentemente. El combo de la esquina, el grafiti, la plaza de mercado, el parche, la reunión, el bar, la tienda, el bus, son lugares en los que se comparte el tema del día, se narran cuentos, se difunde el chisme... se teje la historia de la comunidad.
Existen tantas formas de comunicación como comunidades hay: desde los espacios de encuentro de la vida cotidiana hasta las narraciones populares, la música, el teatro y las imágenes. También hacen parte de la comunicación los cuentos, las imitaciones, las exageraciones, los mitos y las leyendas.
Ver estas formas de comunicación nos permite acercarnos a una población y conocerla, como si, al estilo indígena, pusiéramos el oído en el piso para saber lo que está pasando. En ellas se percibe la memoria colectiva, se expresa la creatividad, la rebeldía, los anhelos y los sentidos de la identidad popular. Quien está interesado en comunicar ideas, en hacer propuestas y generar movilización en una comunidad específica, debe fijarse en todas esas formas de comunicaciónque andan sueltas por ahí.
3. Medios de comunicación comunitaria
Los medios de comunicación comunitaria son espacios para promover interlocución, tanto al interior de la comunidad, como hacia fuera de ella. Estos permiten poner en relación a toda la localidad y tienen la ventaja de tener, en muchos casos, mayor credibilidad y legitimidad por sus contenidos y su lenguaje, cercanos a la gente. Aún cuando hay diversas modalidades de propiedad, participación, programación y funcionamiento, todos ellos tienen algo en común: la función social.
La función social de los medios comunitarios parte “del fomento a la participación de las comunidades en las que se inscribe, de abrir canales para la expresión y circulación de la palabra excluida, de contribuir a la solución de los problemas más sentidos del municipio, de generar procesos de fortalecimiento de las identidades locales, sin perder la capacidad de dialogar con la diferencia”.[3]
Un tercer aspecto que define que un medio sea comunitario es que, de una u otra manera, se garantice que el interés común sea el protagonista, y que se puedan generar consensos productivos. Al hacerse escenario común, en el que confluyen distintos actores y puntos de vista, los medios de comunicación comunitarios tienen la posibilidad de ejercer el papel de tramitadores de conflictos sociales.
La mayoría de estos medios de comunicación están ubicados en zonas de conflicto armado, en las que el papel de los medios ciudadanos se hace a la vez más significativo y más difícil de realizar. El conflicto enmudece y el silencio es la muerte de la democracia. Por eso, ellos son la posibilidad de darle un respiro al miedo y el aislamiento. Al mismo tiempo, el hecho de estar al frente de un medio que llega a muchos, los convierte en blanco de las presiones por parte de los actores armados y de los grupos de poder.
Otra característica importante de los medios comunitarios es la participación. Esta no tiene un límite o un formato establecido; se da de diferentes maneras. Hay experiencias en las que la comunidad organizada participa en todo el proceso: es propietaria de los equipos, adjudicataria de la licencia, administra, define la programación y la produce. En otros casos, la participación es directa y la comunidad produce algunos programas. Algunas organizaciones hacen parte de la junta de programación de un medio de comunicación. Las llamadas telefónicas de la audiencia para hablar o concursar en programas específicos son otro ejemplo de participación. Como se puede ver, en la variedad está la riqueza.
La sostenibilidad social es la razón de ser y el respaldo de los medios comunitarios. Paradójicamente, algunos medios no lo han entendido así, y tienen mínima relación con las organizaciones de base. Pero, ¿cómo conseguirla? Entre otras, con la participación de la comunidad, y la elaboración de un proyecto comunicativo que responda a las necesidades de todos y todas. Hay sostenibilidad social cuando la comunidad ha asumido el medio de comunicación como suyo.
Los medios comunitarios deberían abrirse un espacio de reconocimiento social y político por parte de los diferentes grupos, fuerzas e instituciones que actúan en la comunidad. Que la gente los reconozca como una institución que favorece y construye la democracia. A pesar de las presiones que reciben por el hecho de vivir en medio de actores armados, hay experiencias importantes de manejo ponderado de la política, acceso a diferentes líneas políticas, y formas creativas para ejercer el periodismo en forma democrática y así adquirir credibilidad.
Por las características mismas de estos medios, la sostenibilidad cultural debe ser una condición intrínseca: conocer la comunidad, reflejar su expresión, sus formas de vida, así como sus manifestaciones artísticas. En ellas debería darse a conocer las creaciones e intérpretes locales, teniendo en cuenta la diferencia de edades y de estilos. La programación debe responder, tanto en contenido como en forma, a la manera de vivir y relacionarse la comunidad.
4. Cómo puede una organización utilizar los medios ciudadanos y comunitarios?
Siendo los medios ciudadanos y comunitarios una herramienta para el desarrollo local, son una gran oportunidad para que las organizaciones pongan a circular los temas que consideran de relevancia para la comunidad y sus maneras de comprenderlos. En gran parte, la cobertura o no que hacen los medios de eventos y temas que manejan los sectores sociales populares depende de qué tanto las organizaciones se comunican c on ellos y establecen una relación adecuada.
Relación de las organizaciones con los medios ciudadanos y comunitarios
Son muchas las posibilidades que tiene una organización social en su relación con los medios de comunicación comunitaria, pues las organizaciones manejan un contenido importante para su programación. La relación de las organizaciones con los medios comunitarios debe ser cercana, para facilitar la creación de tejido social en la localidad.
Aquí mencionamos algunas posibilidades de participación de las organizaciones en los medios:
1) Ser fuente de información: Tanto para radio, como prensa y televisión comunitarias, las organizaciones sociales son fuente importante de información. Las emisoras comunitarias suelen presentar programas noticiosos varias veces en el día, y los canales de televisión suelen tener un informativo diario. Cuando se va a realizar un evento, cuando sucede un hecho que trascienda a lo público, y cuando suceden en otras partes del país actividades o sucesos de relevancia, entre otras, son situaciones en las que las organizaciones deberían acudir a los medios comunitarios con un comunicado de prensa. Sólo cuando esto se ha hecho se puede de veras esperar que sea difundido, y hacer control social al medio en caso contrario.
Otros espacios informativos se dedican a programas que tratan temas en profundidad. En ellos se puede proponer desarrollar los temas que trabaja la organización, especialmente cuando alguna coyuntura les da actualidad. Para esto se debe ofrecer a la emisora un material completo, con datos significativos, referencias de otras partes del mundo, puntos de vista y posibles personajes a ser entrevistados, locales y de otras regiones también.
2) Tener un espacio en el medio: Cuando se tiene un espacio permanente en un medio de comunicación se genera la posibilidad de cautivar un público, al que se puede formar e informar. Tanto en medios impresos, como en televisión y radio, suele ser posible alquilar un espacio permanente. Esto le deja rentabilidad social a la organización, y rentabilidad económica al medio. Producir un espacio se puede dar de muchas maneras. Un ejemplo es cuando un/a líder de una organización social es autor/a de una columna editorial en un medio impreso. Otro ejemplo es cuando la organización gestiona, como una forma de alquiler, el espacio para producir un programa de radio o de televisión, o una página en un periódico o revista.
En cualquier tipo de espacio al que se acceda, es la organización la que hace la producción del mensaje, es decir, pasa a ser directamente generadora de opinión pública. Adquiere mayor credibilidad cuando pone un tema en la esfera pública y lo analiza, no sólo desde su punto de vista, sino con invitados que puedan tener maneras distintas de entenderlo. Si la organización es capaz de generar debate, y participar en él sin privilegios, entonces sus opiniones y propuestas se hacen legítimas. Una opinión pública fuerte se forma a partir de la controversia, no de la influencia.
a) Tener una página en un periódico o revista comunitarios:
Para redactar un artículo vale la pena recordar que los medios escritos tienen una página dedicada exclusivamente a la parte editorial, en la que se escribe la opinión del autor en forma clara y abierta. Cuando se trata de un artículo inserto en la parte periodística, el periódico aclarará –seguramente- que es un espacio pago por una institución. Para su redacción, es bueno conservar la línea periodística, y dejar la opinión para el lugar que corresponde.
Hay tantas maneras de escribir un artículo, como géneros periodísticos hay. Para esta situación, los géneros más apropiados son: entrevista, reportaje, crónica y encuesta de opinión, en la que se contraste diferentes maneras de pensar un tema.
Entrevista: Este es un género bastante conocido por todos. Se aborda a una persona experta en un tema con preguntas que lo lleven a explicarlo. Como hemos insistido, la credibilidad de una organización surge de conocer los argumentos con que genera controversia. Una excelente propuesta sería en un mismo artículo entrevistar a alguien que represente las ideas de la organización, y a alguien que represente las ideas contrarias, y presentarlos en igualdad de condiciones.
Reportaje: El reportaje entra en profundidad en un asunto a partir de la investigación periodística. Habla con sus personajes y recoge información de aspectos variados. Tiene la intención de dar a conocer un tema, casi hasta la saciedad. Explora, indaga, y lo presenta en lenguaje periodístico, es decir, separándose del tema, como un observador.
Crónica: La crónica es el género de los sentidos. Es una narración descriptiva de una historia: describe con detalle los lugares donde ocurre, a los personajes que la componen, teniendo en cuenta los olores, colores, sensaciones, sonidos, texturas y sabores que allí aparecen. La crónica es un excelente género para presentar historias de vida.
Encuesta de opinión: Puesto que el interés de las organizaciones con frecuencia es el de generar opinión pública frente a aspectos poco trabajados por los medios de comunicación convencionales, la encuesta de opinión es un género que abre buenas posibilidades. Puede hacerse encuestas masivas, aplicadas a un número representativo de la población, sistematizarlas y presentarlas. O puede, también, hacerse encuestas a un número muy reducido de personajes representativos de la sociedad, y divulgar sus opiniones, de manera que el lector se haga su propia idea frente al asunto.
b) Producir un programa de radio:
Antes de comenzar el proceso de producción de un pro grama de radio, es necesario hacer un trabajo de campo para conocer el perfil de la audiencia que se quiere tener, conocerla y relacionarse con ella. Esto le permite diseñar un programa y una estrategia que significativa, tanto para la organización, como para la población.
Antes de elegir la emisora en la que se quiere tener un programa de radio, se mira el público al que se quiere dirigir, y se evalúa la emisora que mayor audiencia tenga entre ese público. También se estudia la hora y el día más apropiados para la emisión, y se negocia con el medio.
La radio contempla una amplia variedad de géneros y estilos de programas. Se puede escoger realizar un informativo, un magazín, un programa de entrevistas, una radionovela, un programa de reportajes, de crónicas, un conversatorio, concursos, o una variedad de estos en un programa dividido por secciones.
Así como los concursos, las radionovelas son bastante atractivas para la audiencia. Varios locutores pueden dramatizar un problema social mediante una puesta en escena, con personajes y situaciones comunes a los que están tras del radio. Para hacer radio no se necesita tener una habilidad especial. Es un mito creer que el micrófono es de quien habla mucho, o se expresa muy bien. Precisamente, la radio, como todo medio comunitario, es un canal para la expresión de las personas, no de los locutores. Es una ganancia para la sociedad cada vez que una persona toma una iniciativa de comunicar, especialmente cuando se refiere a temas que contribuyen a la construcción de un mejor país.
Cuando una persona entra al mundo de la radio, generalmente pierde pronto el miedo al micrófono. Puede tomar talleres, capacitarse, y cada vez su experiencia será mejor. La radio debería realizar procesos de capacitación a los grupos interesados para que las producciones sean de calidad.
“La información de su organización es interesante e importante. Busque modelos de programas que le agraden, y huya de los ladrillos. Sea creativo, ameno, y agradable a la audiencia.”
Toda voz es susceptible de mejorar. Sólo algunas recomendaciones: evite hablar muy rápido, ponga énfasis en vocalizar y utilice un vocabulario informal, cálido, que le llegue a la gente.
¿Qué se necesita para hacer un programa de radio?
Para tener un programa de radio se debe contar, entre otros aspectos, con:
a. Una persona responsable del espacio:
- A quien le guste hacer radio.
- Con habilidad para dar y tomar la palabra, así como para preguntar.
- Con capacidad de escucha
En su preparación del programa, esta persona:
o Presenta a la organización propuestas de temas para el programa, y opciones para desarrollarlas
o Define las propuestas, así como los voceros para cada tema, en consenso con los miembros de la Organización.
o Convoca a los personajes invitados.
o Elabora el guión del programa.
o Investiga previamente hasta tener dominio del tema, y de las diferentes maneras de entenderlo.
“Lo importante para hablar en radio es tener claridad sobre lo que se dice.No es fundamental tener buena voz.”
b. Una dinámica importante al interior de la organización, en la que sus miembros se apropian del espacio radial: están atentos a conseguir información, a crear, a participar, a relacionar, a utilizarlo como su lugar de privilegio para comunicarse con la comunidad.
c. Presupuesto para financiar el espacio radial.
Algunos pasos para diseñar un programa radial
1. Defina si se hace en vivo o pregrabado.
2. En caso de tener varias secciones el Programa, identifique muy bien cuáles son. Algunas posibilidades son: Entrevista (sea con invitado al estudio, o entrevista telefónica); encuestas pregrabadas; llamadas de los oyentes en vivo; sección de cartas; campañas; música; radionovela; crónica; reportaje; noticias; chats; información de Internet, entre muchas posibilidades.
3. Elabore el “cabezote” (grabación de identificación del programa, que se pasa siempre al comenzar).
4. En caso de tener secciones, grabe también un cabezote de presentación de éstas.
5. Elabore el guión. En radio se habla en forma espontánea. Únicamente se lee cuando es preciso dar un texto en forma literal. Sin embargo, se elabora la planeación del programa y las palabras clave que indican la información o ideas que se van a presentar en cada momento del programa. El guión es un cronograma de cómo se desarrolla el programa. Este incluye:
o § Introducción del programa. Únicamente las palabras clave. Incluir nombres, apellidos y cargos de los invitados.
o § Horas exactas para cada sección o momento.
o § Definición en qué momento va cada parte del programa.
o § Tiempo de duración para las entrevistas, sean en vivo, o pregrabadas
6. Seleccione la música que identifica el programa, así como la música de fondo. También la música que se utilizará en los intermedios. Esta sirve para relajar al oyente, y animar el programa.
c) Producir un programa de televisión:
Alquilar o ganarse un espacio en un canal de televisión comunitaria puede hacerse para una emisión especial, o puede ser un espacio fijo, de periodicidad definida, lo que significa que cultiva una audiencia, que va a estar allí pendiente del programa.
Para producir un programa de televisión también es necesario realizar un trabajo previo de reconocimiento de su público, para diseñarlo a partir de allí.
En la parte técnica es preciso alquilar cámara y camarógrafo, en algunos casos luces, y tener transporte para poder desplazarse.
Existen varios formatos para un programa de televisión:
Algunas posibilidades apropiadas para el programa de una organización son:
o Entrevista: Se lleva a una o varias personas invitadas, con un conductor de programa que se encarga de hacer las preguntas, hilarlas y sacar conclusiones. Puede ser en vivo o pregrabado. Las entrevistas suelen hacerse en interiores, pero también es posible hacerlas en exteriores, cuidando muy bien sonido.
o Reportaje: Se hace a partir de un/a invitado/a al que se entrevista, ya sea en directo o en una grabación. Mientras la persona habla, se presentan imágenes que ilustran lo que dice. El contenido se presenta a partir de la entrevista, y de textos pregrabados.
o Crónica: Narración e n imágenes y texto que describe una historia. La cámara acompaña a el o los personajes, lo sigue, ilustrando sus acciones, sus gestos, y su relación con el entorno. Se acompaña de un texto grabado, y, en algunas partes, de la propia descripción que hace el personaje. En este género se puede realizar un programa completo, o una parte de él. Muchos temas se pueden trabajar al estilo crónica. Algunos ejemplos son: el tema de género, a través de la historia de una mujer; el tema de jóvenes, acompañando a alguno en sus actividades; el tema campesino, en un recorrido con uno de ellos, en fin.
o Debate: Es el género de opinión. Se invita a varios personajes, con un conductor de programa que plantea un tema y modera la intervención de ellos planteando sus opiniones al respecto. Puede ser en vivo o grabado previamente.
o Documental: Es la investigación y narración acerca de asuntos e historias que afectan la vida de las personas, para profundizar en su comprensión. En el documental nada es ficticio. Todo su contenido es compilado a partir de testimonios que se expresan ante la cámara, y se ilustran con imágenes. Conlleva la búsqueda por conocer a fondo una situación, los personajes, lugares y factores que en ella han influido, planteando nuevos elementos para su comprensión.
o Magazín: Se trata de un programa fresco, compuesto por una secuencia de secciones variadas, entre las que se pueden combinar secciones informativas, educativas y de entretenimiento.
Proceso de elaboración de un programa de televisión:
Básicamente, los pasos a seguir en la realización de un programa son:
Preproducción:
o § Investigación.
o § Preparación del tema.
o § Elaboración del guión técnico, que indica lo que es necesario preparar para recopilar el material del programa. Allí se establece qué grabaciones se van a hacer; los planos que se van a utilizar, el tiempo de cada grabación, entre otros aspectos.
o § Elaboración del guión literario. Este es el plan del programa, tal como va a salir. Contiene los textos que se van a grabar, y una guía sobre lo que se va a decir y a hacer en cada parte de la grabación.
Producción:
o § Grabación. Se puede hacer en orden diferente al que será emitido, de acuerdo con las facilidades de grabación. Es fundamental llevar una guía (script) de tiempo, donde se indique el orden de lo que se ha grabado, para facilitar luego la búsqueda de las imágenes. Los elementos técnicos más claves de la grabación son la luz y el sonido.
Postproducción:
o § Grabación de audios, a partir de la lectura de textos, cuando el programa no es totalmente en vivo.
o § Generador de caracteres. Se elaboran las frases que van escritas en la pantalla. Por ejemplo, el nombre de las personas que participan, para ponerlos en la pantalla en el momento en que hablan. En generador de caracteres se escribe también todos los datos del programa, que pasan al final, indicando también las personas que han participado en su realización.
o § Edición. Es el ordenamiento de las imágenes, audios y generador de caracteres en un casete máster, de acuerdo con lo previsto en el guión literar io. De la edición sale el producto final.
3) Distribuir artículos, casetes y videos: Otra manera de estar presente en los medios es a través de la producción de materiales. Se envía artículos a periódicos o revistas; se graba programas para radio en casetes y se distribuyen a las emisoras. Se elaboran videos y se hacen llegar a los canales de televisión. Después de entrar en contacto directo con quienes reciben la producción, si éstos lo aprueban, le buscan un espacio para su transmisión.
4) Pautar: En caso de tener un evento que anunciar, la publicidad en los medios comunitarios tiene gran efecto, difícilmente despreciable. Al hacer el presupuesto de un evento, es un rubro a considerar, cuya relación costo-beneficio es siempre favorable. Por otra parte, una Institución que paute de vez en cuando en el medio, establece una relación de mutuo beneficio, que abre puertas a la hora de informar. El costo de la pauta es accesible.
a) Pautar en la radio: Entre los medios comunitarios, la radio suele tener buena audiencia, entre otras razones, porque se puede escuchar en cualquier momento del día, en forma simultánea a la realización de otras actividades. Esto significa, a su vez, que algunos oyentes tienen sólo concentración parcial en lo que escuchan. Sin embargo, el formato publicitario de la radio es bastante llamativo, atrae la atención fácilmente, y se presenta en forma repetitiva, lo que va creando memorización del mensaje. Es necesario revisar el tipo de público al que se quiere llegar, para escoger el programa en el que se ubica la pauta.
b) Pautar en un medio impreso: Los medios impresos tienen un público muy definido. Esto es una ventaja para pautar allí, cuando es ese el público al que se quiere llegar. El hecho de estar impreso representa que las personas van a llegar al mensaje, lo van a tener allí a la mano, lo podrán consultar en cualquier momento, incluso, cuando tienen mayor disponibilidad para la concentración.
Los medios impresos son una excelente vía para transmitir mensajes que profundizan un tema: una carta abierta, por ejemplo.
c) Pautar en televisión: Una pauta en televisión encuentra a su público altamente concentrado, lo que es una ventaja a la hora de pautar. Es preciso conocer qué características tiene ese público, y evaluar si responde al interés de la organización. La producción de un comercial de televisión es dispendiosa en algunos casos. El mensaje televisivo tiene alto impacto debido a esa combinación de sonido e imagen.
5) Ser miembro de la Junta de Programación: Cada emisora y canal de televisión comunitaria tiene una Junta de Programación. De acuerdo con normas del Ministerio de Comunicaciones, estos deben dar participación abierta a organizaciones sociales en la Junta de Programación, con el ánimo de generar procesos democráticos en los medios de comunicación. Espacios como estos es importante utilizarlos. Siendo miembro de la Junta de Programación de una emisora o de un canal comunitarios, la organización tiene poder para interceder porque los medios realicen un ejercicio periodístico que responda a las necesidades de los sectores sociales, y de la comunidad en general.
6) Crear un medio:
También es una posibilidad para una organización, o una unión de ellas, crear un medio nuevo, sea un periódico comunitario, una emisora comunitaria, o un canal comunitario de televisión.
Mientras mayor número de medios comunitarios con calidad haya, más puertas se abren a la democratización de la comunicación, y más posibilidades para la comunidad de expresarse, de estar bien informada, de construir en colectivo. Cuando se tiene interés en la creación de un medio comunitario nuevo, es el Ministerio de Comunicaciones el encargado de dar las pautas para ello, su reglamentación, sus posibilidades, así como de adjudicar licencia.
Puesto que el fin de las emisoras comunitarias es generar un ambiente en el que los diferentes grupos sociales estén representados simbólicamente, y en el que sus propuestas sean escuchadas, es muy positivo que éstas proliferen y, por lo tanto, que las organizaciones sociales creen experiencias nuevas.
Como todo comunicador, cuando la organización pasa a producir comunicación debe tener presente el proceso de retroalimentación: permitirle a la audiencia que se comunique con el medio, que opine, que hable, que critique y proponga. Esto se puede hacer dándole relevancia a las cartas que se reciben y a las llamadas que se atienden; también, permitiéndole a la comunidad proponer sus propios programas y participar en ellos, o publicar columnas de opinión o reportajes de su interés; abriendo espacios en los que la audiencia escoja el tema del que se quiere hablar, o la contraposición que desean realizar.
Según Mar de Foncuberta y Gómez Mompart, la denominada “comunicación alternativa ” “ha nacido a partir de sectores de oposición de izquierdas, por lo general organizados, que han necesitado buscar una alternativa a fin de encontrar un modelo de comunicación, o simplemente una práctica que sirviera a sus intereses ideológicos”[1].
Pero, hoy, a comienzos del siglo XXI, si bien se conservan enormes brechas sociales, y prevalecen la inequidad y la exclusión, los retos para la comunicación son diferentes. La globalización, las tecnologías de la información, el surgimiento de otras culturas juveniles, la ruptura de las fronteras, de los estados-nación, el surgimiento del ciberespacio, han generado nuevos lenguajes y nuevas formas de apreciación de la realidad que nos llaman también a formas creativas de resistencia y de participación en lo público.
A esa comunicación conocida como alternativa, popular, o de base le ha llegado la hora de replantearse.
No se la puede seguir entendiendo como la comunicación que se hace de manera artesanal, dirigida a un público reducido, marginal, o en contra de los medios masivos. Las nuevas formas de relación demandan propuestas originales, que también puede n ser masivas, autosostenibles, e, incluso, rentables.
El nuevo rumbo le apuesta a la conformación de una ciudadanía fortalecida, que participa de la construcción de la agenda pública, es veedora de la gestión pública. La comunicación se realiza con criterios de equidad e inclusión social.
1. Comunicación sin apellido
La comunicación que se realiza no se debe a la pregunta acerca de contra quién o contra qué se habla y se actúa, sino al tipo de mensaje que se propone, a la forma de expresarlo, y a lo que éste genera.
Es una comunicación que considera al público, no como un receptor pasivo, sino como colectivos que pueden y deben ser también productores de mensajes. Son sujetos con los que se entra en relación, no grupos de gente a los que hay que revelar el camino a seguir, explicar lo que se debe decir, pensar y hacer.
“Comunicar no es tomar la voz para representar ni remplazar a los que no son visibles públicamente. Es abrir espacios para su expresión.”
A tener en cuenta:
- Investigar los hechos, las comunidades y las culturas.
- Confrontar fuentes y opiniones.
- Consultar fuentes provenientes de diversos sectores sin quedarse únicamente con la versión oficial.
- Garantizar espacio para todos los grupos sociales.
- Relacionar lo que ocurre en las localidades con los niveles nacionales e internacionales y no conformarse con la información tradicional de agencias de prensa y comunicaciones oficiales.
- Indagar por lo que pasa en zonas semejantes en el mundo, sin restringirse a los países o regiones privilegiados por las transnacionales de la información.
- Destacar las acciones de la comunidad más que las de personas aisladas.
- Resaltar los liderazgos naturales, que no necesariamente coinciden con altos cargos y nombramientos.
- Hacer seguimiento a las informaciones y casos que se presenten.
- Encontrar la relación entre lo local y lo global, entre lo extraordinario y lo ordinario, entre los hechos puntuales y los procesos.
Una propuesta de comunicación muestra la realidad desde diversas ópticas y puntos de vista para que la gente tenga la mayor cantidad de elementos de juicio para formarse una opinión. Ahora, la posición ideológica o política del medio se hace explícita en las secciones editoriales, de modo que quien recibe los mensajes conoce con claridad la opinión de quienes los elaboran. No tiene sentido repetir la historia de medios en los que se presenta una sola versión, la línea correcta, la que sí es.
La comunicación es participación y no consumo, se refiere a sujetos sociales y no a consumidores o usuarios. En vez de estar al servicio de una ideología o de un interés económico particular, está al servicio del interés general y alimenta la esfera pública, al fomentar la circulación y confrontación de intereses privados que se hacen públicos, es decir, de todos, ¿Cuál es su objetivo? Generar un ambiente democrático en donde los diferentes grupos sociales estén representados simbólicamente y donde sus propuestas sean escuchadas. La comunicación es un elemento esencial para el desarrollo de las comunidades y para los cambios sociales.
¿Cómo puede haber sistema democrático sin expresión de las minorías? Es importante que estos grupos se hagan visibles, expongan sus puntos de vista y los argumenten. También que se legitimen sus formas expresivas y de comunicación, reflejo de sus culturas. La comunicación debe aportar en la construcción de agenda pública incluyente. No es sólo cuestión de medios, es cuestión de procesos comunicativos, que generen diálogos sociales.
Hacer comunicación es una opción de quienes van a producir los mensajes, más que una definición por población o número de ejemplares de una publicación. Es la apuesta por la expresión múltiple, diversa y creativa de las comunidades. Es promover la controversia de visiones en el escenario público. Es aportar a que la toma de decisiones que atañen a lo público sea transparente. Es ejercer control al poder tanto a nivel local y regional, como nacional. Es evidenciar los riesgos, consecuencias y oportunidades para el país de lo que sucede en el mundo. Es trascender el día a día, para dar cuenta de procesos, no sólo de hechos. Es construir democracia.
2. Esas formas de comunicación que andan sueltas por ahí[2]
Las comunidades se comunican permanentemente. El combo de la esquina, el grafiti, la plaza de mercado, el parche, la reunión, el bar, la tienda, el bus, son lugares en los que se comparte el tema del día, se narran cuentos, se difunde el chisme... se teje la historia de la comunidad.
Existen tantas formas de comunicación como comunidades hay: desde los espacios de encuentro de la vida cotidiana hasta las narraciones populares, la música, el teatro y las imágenes. También hacen parte de la comunicación los cuentos, las imitaciones, las exageraciones, los mitos y las leyendas.
Ver estas formas de comunicación nos permite acercarnos a una población y conocerla, como si, al estilo indígena, pusiéramos el oído en el piso para saber lo que está pasando. En ellas se percibe la memoria colectiva, se expresa la creatividad, la rebeldía, los anhelos y los sentidos de la identidad popular. Quien está interesado en comunicar ideas, en hacer propuestas y generar movilización en una comunidad específica, debe fijarse en todas esas formas de comunicaciónque andan sueltas por ahí.
3. Medios de comunicación comunitaria
Los medios de comunicación comunitaria son espacios para promover interlocución, tanto al interior de la comunidad, como hacia fuera de ella. Estos permiten poner en relación a toda la localidad y tienen la ventaja de tener, en muchos casos, mayor credibilidad y legitimidad por sus contenidos y su lenguaje, cercanos a la gente. Aún cuando hay diversas modalidades de propiedad, participación, programación y funcionamiento, todos ellos tienen algo en común: la función social.
La función social de los medios comunitarios parte “del fomento a la participación de las comunidades en las que se inscribe, de abrir canales para la expresión y circulación de la palabra excluida, de contribuir a la solución de los problemas más sentidos del municipio, de generar procesos de fortalecimiento de las identidades locales, sin perder la capacidad de dialogar con la diferencia”.[3]
Un tercer aspecto que define que un medio sea comunitario es que, de una u otra manera, se garantice que el interés común sea el protagonista, y que se puedan generar consensos productivos. Al hacerse escenario común, en el que confluyen distintos actores y puntos de vista, los medios de comunicación comunitarios tienen la posibilidad de ejercer el papel de tramitadores de conflictos sociales.
La mayoría de estos medios de comunicación están ubicados en zonas de conflicto armado, en las que el papel de los medios ciudadanos se hace a la vez más significativo y más difícil de realizar. El conflicto enmudece y el silencio es la muerte de la democracia. Por eso, ellos son la posibilidad de darle un respiro al miedo y el aislamiento. Al mismo tiempo, el hecho de estar al frente de un medio que llega a muchos, los convierte en blanco de las presiones por parte de los actores armados y de los grupos de poder.
Otra característica importante de los medios comunitarios es la participación. Esta no tiene un límite o un formato establecido; se da de diferentes maneras. Hay experiencias en las que la comunidad organizada participa en todo el proceso: es propietaria de los equipos, adjudicataria de la licencia, administra, define la programación y la produce. En otros casos, la participación es directa y la comunidad produce algunos programas. Algunas organizaciones hacen parte de la junta de programación de un medio de comunicación. Las llamadas telefónicas de la audiencia para hablar o concursar en programas específicos son otro ejemplo de participación. Como se puede ver, en la variedad está la riqueza.
La sostenibilidad social es la razón de ser y el respaldo de los medios comunitarios. Paradójicamente, algunos medios no lo han entendido así, y tienen mínima relación con las organizaciones de base. Pero, ¿cómo conseguirla? Entre otras, con la participación de la comunidad, y la elaboración de un proyecto comunicativo que responda a las necesidades de todos y todas. Hay sostenibilidad social cuando la comunidad ha asumido el medio de comunicación como suyo.
Los medios comunitarios deberían abrirse un espacio de reconocimiento social y político por parte de los diferentes grupos, fuerzas e instituciones que actúan en la comunidad. Que la gente los reconozca como una institución que favorece y construye la democracia. A pesar de las presiones que reciben por el hecho de vivir en medio de actores armados, hay experiencias importantes de manejo ponderado de la política, acceso a diferentes líneas políticas, y formas creativas para ejercer el periodismo en forma democrática y así adquirir credibilidad.
Por las características mismas de estos medios, la sostenibilidad cultural debe ser una condición intrínseca: conocer la comunidad, reflejar su expresión, sus formas de vida, así como sus manifestaciones artísticas. En ellas debería darse a conocer las creaciones e intérpretes locales, teniendo en cuenta la diferencia de edades y de estilos. La programación debe responder, tanto en contenido como en forma, a la manera de vivir y relacionarse la comunidad.
4. Cómo puede una organización utilizar los medios ciudadanos y comunitarios?
Siendo los medios ciudadanos y comunitarios una herramienta para el desarrollo local, son una gran oportunidad para que las organizaciones pongan a circular los temas que consideran de relevancia para la comunidad y sus maneras de comprenderlos. En gran parte, la cobertura o no que hacen los medios de eventos y temas que manejan los sectores sociales populares depende de qué tanto las organizaciones se comunican c on ellos y establecen una relación adecuada.
Relación de las organizaciones con los medios ciudadanos y comunitarios
Son muchas las posibilidades que tiene una organización social en su relación con los medios de comunicación comunitaria, pues las organizaciones manejan un contenido importante para su programación. La relación de las organizaciones con los medios comunitarios debe ser cercana, para facilitar la creación de tejido social en la localidad.
Aquí mencionamos algunas posibilidades de participación de las organizaciones en los medios:
1) Ser fuente de información: Tanto para radio, como prensa y televisión comunitarias, las organizaciones sociales son fuente importante de información. Las emisoras comunitarias suelen presentar programas noticiosos varias veces en el día, y los canales de televisión suelen tener un informativo diario. Cuando se va a realizar un evento, cuando sucede un hecho que trascienda a lo público, y cuando suceden en otras partes del país actividades o sucesos de relevancia, entre otras, son situaciones en las que las organizaciones deberían acudir a los medios comunitarios con un comunicado de prensa. Sólo cuando esto se ha hecho se puede de veras esperar que sea difundido, y hacer control social al medio en caso contrario.
Otros espacios informativos se dedican a programas que tratan temas en profundidad. En ellos se puede proponer desarrollar los temas que trabaja la organización, especialmente cuando alguna coyuntura les da actualidad. Para esto se debe ofrecer a la emisora un material completo, con datos significativos, referencias de otras partes del mundo, puntos de vista y posibles personajes a ser entrevistados, locales y de otras regiones también.
2) Tener un espacio en el medio: Cuando se tiene un espacio permanente en un medio de comunicación se genera la posibilidad de cautivar un público, al que se puede formar e informar. Tanto en medios impresos, como en televisión y radio, suele ser posible alquilar un espacio permanente. Esto le deja rentabilidad social a la organización, y rentabilidad económica al medio. Producir un espacio se puede dar de muchas maneras. Un ejemplo es cuando un/a líder de una organización social es autor/a de una columna editorial en un medio impreso. Otro ejemplo es cuando la organización gestiona, como una forma de alquiler, el espacio para producir un programa de radio o de televisión, o una página en un periódico o revista.
En cualquier tipo de espacio al que se acceda, es la organización la que hace la producción del mensaje, es decir, pasa a ser directamente generadora de opinión pública. Adquiere mayor credibilidad cuando pone un tema en la esfera pública y lo analiza, no sólo desde su punto de vista, sino con invitados que puedan tener maneras distintas de entenderlo. Si la organización es capaz de generar debate, y participar en él sin privilegios, entonces sus opiniones y propuestas se hacen legítimas. Una opinión pública fuerte se forma a partir de la controversia, no de la influencia.
a) Tener una página en un periódico o revista comunitarios:
Para redactar un artículo vale la pena recordar que los medios escritos tienen una página dedicada exclusivamente a la parte editorial, en la que se escribe la opinión del autor en forma clara y abierta. Cuando se trata de un artículo inserto en la parte periodística, el periódico aclarará –seguramente- que es un espacio pago por una institución. Para su redacción, es bueno conservar la línea periodística, y dejar la opinión para el lugar que corresponde.
Hay tantas maneras de escribir un artículo, como géneros periodísticos hay. Para esta situación, los géneros más apropiados son: entrevista, reportaje, crónica y encuesta de opinión, en la que se contraste diferentes maneras de pensar un tema.
Entrevista: Este es un género bastante conocido por todos. Se aborda a una persona experta en un tema con preguntas que lo lleven a explicarlo. Como hemos insistido, la credibilidad de una organización surge de conocer los argumentos con que genera controversia. Una excelente propuesta sería en un mismo artículo entrevistar a alguien que represente las ideas de la organización, y a alguien que represente las ideas contrarias, y presentarlos en igualdad de condiciones.
Reportaje: El reportaje entra en profundidad en un asunto a partir de la investigación periodística. Habla con sus personajes y recoge información de aspectos variados. Tiene la intención de dar a conocer un tema, casi hasta la saciedad. Explora, indaga, y lo presenta en lenguaje periodístico, es decir, separándose del tema, como un observador.
Crónica: La crónica es el género de los sentidos. Es una narración descriptiva de una historia: describe con detalle los lugares donde ocurre, a los personajes que la componen, teniendo en cuenta los olores, colores, sensaciones, sonidos, texturas y sabores que allí aparecen. La crónica es un excelente género para presentar historias de vida.
Encuesta de opinión: Puesto que el interés de las organizaciones con frecuencia es el de generar opinión pública frente a aspectos poco trabajados por los medios de comunicación convencionales, la encuesta de opinión es un género que abre buenas posibilidades. Puede hacerse encuestas masivas, aplicadas a un número representativo de la población, sistematizarlas y presentarlas. O puede, también, hacerse encuestas a un número muy reducido de personajes representativos de la sociedad, y divulgar sus opiniones, de manera que el lector se haga su propia idea frente al asunto.
b) Producir un programa de radio:
Antes de comenzar el proceso de producción de un pro grama de radio, es necesario hacer un trabajo de campo para conocer el perfil de la audiencia que se quiere tener, conocerla y relacionarse con ella. Esto le permite diseñar un programa y una estrategia que significativa, tanto para la organización, como para la población.
Antes de elegir la emisora en la que se quiere tener un programa de radio, se mira el público al que se quiere dirigir, y se evalúa la emisora que mayor audiencia tenga entre ese público. También se estudia la hora y el día más apropiados para la emisión, y se negocia con el medio.
La radio contempla una amplia variedad de géneros y estilos de programas. Se puede escoger realizar un informativo, un magazín, un programa de entrevistas, una radionovela, un programa de reportajes, de crónicas, un conversatorio, concursos, o una variedad de estos en un programa dividido por secciones.
Así como los concursos, las radionovelas son bastante atractivas para la audiencia. Varios locutores pueden dramatizar un problema social mediante una puesta en escena, con personajes y situaciones comunes a los que están tras del radio. Para hacer radio no se necesita tener una habilidad especial. Es un mito creer que el micrófono es de quien habla mucho, o se expresa muy bien. Precisamente, la radio, como todo medio comunitario, es un canal para la expresión de las personas, no de los locutores. Es una ganancia para la sociedad cada vez que una persona toma una iniciativa de comunicar, especialmente cuando se refiere a temas que contribuyen a la construcción de un mejor país.
Cuando una persona entra al mundo de la radio, generalmente pierde pronto el miedo al micrófono. Puede tomar talleres, capacitarse, y cada vez su experiencia será mejor. La radio debería realizar procesos de capacitación a los grupos interesados para que las producciones sean de calidad.
“La información de su organización es interesante e importante. Busque modelos de programas que le agraden, y huya de los ladrillos. Sea creativo, ameno, y agradable a la audiencia.”
Toda voz es susceptible de mejorar. Sólo algunas recomendaciones: evite hablar muy rápido, ponga énfasis en vocalizar y utilice un vocabulario informal, cálido, que le llegue a la gente.
¿Qué se necesita para hacer un programa de radio?
Para tener un programa de radio se debe contar, entre otros aspectos, con:
a. Una persona responsable del espacio:
- A quien le guste hacer radio.
- Con habilidad para dar y tomar la palabra, así como para preguntar.
- Con capacidad de escucha
En su preparación del programa, esta persona:
o Presenta a la organización propuestas de temas para el programa, y opciones para desarrollarlas
o Define las propuestas, así como los voceros para cada tema, en consenso con los miembros de la Organización.
o Convoca a los personajes invitados.
o Elabora el guión del programa.
o Investiga previamente hasta tener dominio del tema, y de las diferentes maneras de entenderlo.
“Lo importante para hablar en radio es tener claridad sobre lo que se dice.No es fundamental tener buena voz.”
b. Una dinámica importante al interior de la organización, en la que sus miembros se apropian del espacio radial: están atentos a conseguir información, a crear, a participar, a relacionar, a utilizarlo como su lugar de privilegio para comunicarse con la comunidad.
c. Presupuesto para financiar el espacio radial.
Algunos pasos para diseñar un programa radial
1. Defina si se hace en vivo o pregrabado.
2. En caso de tener varias secciones el Programa, identifique muy bien cuáles son. Algunas posibilidades son: Entrevista (sea con invitado al estudio, o entrevista telefónica); encuestas pregrabadas; llamadas de los oyentes en vivo; sección de cartas; campañas; música; radionovela; crónica; reportaje; noticias; chats; información de Internet, entre muchas posibilidades.
3. Elabore el “cabezote” (grabación de identificación del programa, que se pasa siempre al comenzar).
4. En caso de tener secciones, grabe también un cabezote de presentación de éstas.
5. Elabore el guión. En radio se habla en forma espontánea. Únicamente se lee cuando es preciso dar un texto en forma literal. Sin embargo, se elabora la planeación del programa y las palabras clave que indican la información o ideas que se van a presentar en cada momento del programa. El guión es un cronograma de cómo se desarrolla el programa. Este incluye:
o § Introducción del programa. Únicamente las palabras clave. Incluir nombres, apellidos y cargos de los invitados.
o § Horas exactas para cada sección o momento.
o § Definición en qué momento va cada parte del programa.
o § Tiempo de duración para las entrevistas, sean en vivo, o pregrabadas
6. Seleccione la música que identifica el programa, así como la música de fondo. También la música que se utilizará en los intermedios. Esta sirve para relajar al oyente, y animar el programa.
c) Producir un programa de televisión:
Alquilar o ganarse un espacio en un canal de televisión comunitaria puede hacerse para una emisión especial, o puede ser un espacio fijo, de periodicidad definida, lo que significa que cultiva una audiencia, que va a estar allí pendiente del programa.
Para producir un programa de televisión también es necesario realizar un trabajo previo de reconocimiento de su público, para diseñarlo a partir de allí.
En la parte técnica es preciso alquilar cámara y camarógrafo, en algunos casos luces, y tener transporte para poder desplazarse.
Existen varios formatos para un programa de televisión:
Algunas posibilidades apropiadas para el programa de una organización son:
o Entrevista: Se lleva a una o varias personas invitadas, con un conductor de programa que se encarga de hacer las preguntas, hilarlas y sacar conclusiones. Puede ser en vivo o pregrabado. Las entrevistas suelen hacerse en interiores, pero también es posible hacerlas en exteriores, cuidando muy bien sonido.
o Reportaje: Se hace a partir de un/a invitado/a al que se entrevista, ya sea en directo o en una grabación. Mientras la persona habla, se presentan imágenes que ilustran lo que dice. El contenido se presenta a partir de la entrevista, y de textos pregrabados.
o Crónica: Narración e n imágenes y texto que describe una historia. La cámara acompaña a el o los personajes, lo sigue, ilustrando sus acciones, sus gestos, y su relación con el entorno. Se acompaña de un texto grabado, y, en algunas partes, de la propia descripción que hace el personaje. En este género se puede realizar un programa completo, o una parte de él. Muchos temas se pueden trabajar al estilo crónica. Algunos ejemplos son: el tema de género, a través de la historia de una mujer; el tema de jóvenes, acompañando a alguno en sus actividades; el tema campesino, en un recorrido con uno de ellos, en fin.
o Debate: Es el género de opinión. Se invita a varios personajes, con un conductor de programa que plantea un tema y modera la intervención de ellos planteando sus opiniones al respecto. Puede ser en vivo o grabado previamente.
o Documental: Es la investigación y narración acerca de asuntos e historias que afectan la vida de las personas, para profundizar en su comprensión. En el documental nada es ficticio. Todo su contenido es compilado a partir de testimonios que se expresan ante la cámara, y se ilustran con imágenes. Conlleva la búsqueda por conocer a fondo una situación, los personajes, lugares y factores que en ella han influido, planteando nuevos elementos para su comprensión.
o Magazín: Se trata de un programa fresco, compuesto por una secuencia de secciones variadas, entre las que se pueden combinar secciones informativas, educativas y de entretenimiento.
Proceso de elaboración de un programa de televisión:
Básicamente, los pasos a seguir en la realización de un programa son:
Preproducción:
o § Investigación.
o § Preparación del tema.
o § Elaboración del guión técnico, que indica lo que es necesario preparar para recopilar el material del programa. Allí se establece qué grabaciones se van a hacer; los planos que se van a utilizar, el tiempo de cada grabación, entre otros aspectos.
o § Elaboración del guión literario. Este es el plan del programa, tal como va a salir. Contiene los textos que se van a grabar, y una guía sobre lo que se va a decir y a hacer en cada parte de la grabación.
Producción:
o § Grabación. Se puede hacer en orden diferente al que será emitido, de acuerdo con las facilidades de grabación. Es fundamental llevar una guía (script) de tiempo, donde se indique el orden de lo que se ha grabado, para facilitar luego la búsqueda de las imágenes. Los elementos técnicos más claves de la grabación son la luz y el sonido.
Postproducción:
o § Grabación de audios, a partir de la lectura de textos, cuando el programa no es totalmente en vivo.
o § Generador de caracteres. Se elaboran las frases que van escritas en la pantalla. Por ejemplo, el nombre de las personas que participan, para ponerlos en la pantalla en el momento en que hablan. En generador de caracteres se escribe también todos los datos del programa, que pasan al final, indicando también las personas que han participado en su realización.
o § Edición. Es el ordenamiento de las imágenes, audios y generador de caracteres en un casete máster, de acuerdo con lo previsto en el guión literar io. De la edición sale el producto final.
3) Distribuir artículos, casetes y videos: Otra manera de estar presente en los medios es a través de la producción de materiales. Se envía artículos a periódicos o revistas; se graba programas para radio en casetes y se distribuyen a las emisoras. Se elaboran videos y se hacen llegar a los canales de televisión. Después de entrar en contacto directo con quienes reciben la producción, si éstos lo aprueban, le buscan un espacio para su transmisión.
4) Pautar: En caso de tener un evento que anunciar, la publicidad en los medios comunitarios tiene gran efecto, difícilmente despreciable. Al hacer el presupuesto de un evento, es un rubro a considerar, cuya relación costo-beneficio es siempre favorable. Por otra parte, una Institución que paute de vez en cuando en el medio, establece una relación de mutuo beneficio, que abre puertas a la hora de informar. El costo de la pauta es accesible.
a) Pautar en la radio: Entre los medios comunitarios, la radio suele tener buena audiencia, entre otras razones, porque se puede escuchar en cualquier momento del día, en forma simultánea a la realización de otras actividades. Esto significa, a su vez, que algunos oyentes tienen sólo concentración parcial en lo que escuchan. Sin embargo, el formato publicitario de la radio es bastante llamativo, atrae la atención fácilmente, y se presenta en forma repetitiva, lo que va creando memorización del mensaje. Es necesario revisar el tipo de público al que se quiere llegar, para escoger el programa en el que se ubica la pauta.
b) Pautar en un medio impreso: Los medios impresos tienen un público muy definido. Esto es una ventaja para pautar allí, cuando es ese el público al que se quiere llegar. El hecho de estar impreso representa que las personas van a llegar al mensaje, lo van a tener allí a la mano, lo podrán consultar en cualquier momento, incluso, cuando tienen mayor disponibilidad para la concentración.
Los medios impresos son una excelente vía para transmitir mensajes que profundizan un tema: una carta abierta, por ejemplo.
c) Pautar en televisión: Una pauta en televisión encuentra a su público altamente concentrado, lo que es una ventaja a la hora de pautar. Es preciso conocer qué características tiene ese público, y evaluar si responde al interés de la organización. La producción de un comercial de televisión es dispendiosa en algunos casos. El mensaje televisivo tiene alto impacto debido a esa combinación de sonido e imagen.
5) Ser miembro de la Junta de Programación: Cada emisora y canal de televisión comunitaria tiene una Junta de Programación. De acuerdo con normas del Ministerio de Comunicaciones, estos deben dar participación abierta a organizaciones sociales en la Junta de Programación, con el ánimo de generar procesos democráticos en los medios de comunicación. Espacios como estos es importante utilizarlos. Siendo miembro de la Junta de Programación de una emisora o de un canal comunitarios, la organización tiene poder para interceder porque los medios realicen un ejercicio periodístico que responda a las necesidades de los sectores sociales, y de la comunidad en general.
6) Crear un medio:
También es una posibilidad para una organización, o una unión de ellas, crear un medio nuevo, sea un periódico comunitario, una emisora comunitaria, o un canal comunitario de televisión.
Mientras mayor número de medios comunitarios con calidad haya, más puertas se abren a la democratización de la comunicación, y más posibilidades para la comunidad de expresarse, de estar bien informada, de construir en colectivo. Cuando se tiene interés en la creación de un medio comunitario nuevo, es el Ministerio de Comunicaciones el encargado de dar las pautas para ello, su reglamentación, sus posibilidades, así como de adjudicar licencia.
Puesto que el fin de las emisoras comunitarias es generar un ambiente en el que los diferentes grupos sociales estén representados simbólicamente, y en el que sus propuestas sean escuchadas, es muy positivo que éstas proliferen y, por lo tanto, que las organizaciones sociales creen experiencias nuevas.
Como todo comunicador, cuando la organización pasa a producir comunicación debe tener presente el proceso de retroalimentación: permitirle a la audiencia que se comunique con el medio, que opine, que hable, que critique y proponga. Esto se puede hacer dándole relevancia a las cartas que se reciben y a las llamadas que se atienden; también, permitiéndole a la comunidad proponer sus propios programas y participar en ellos, o publicar columnas de opinión o reportajes de su interés; abriendo espacios en los que la audiencia escoja el tema del que se quiere hablar, o la contraposición que desean realizar.
Las Primeras Voces de La Radio
Comunitaria en Bogotá.
Un noticiero comunitario que se distribuía en casetes grabados para ser emitido a través de los altoparlantes de las juntas de acción comunal en la localidad de Usme y que se escuchaba los domingos en la mañana, fue el comienzo hace más de 10 años de la radio comunitaria en Bogotá.
Escuchar la voz del vecino, del líder comunal, de la madre comunitaria, y ver cómo eran escuchados, motivó el sueño de una emisora en el dial. Este sueño se fue multiplicando en otras localidades. En algunos barrios, como San Cristóbal, los casetes se escuchaban en los buses y colectivos. En Patio Bonito, por ejemplo, se utilizaba una bicicleta con una corneta a bordo, y mientras recorrían la comunidad, le informaban qué estaba pasando en el sector. En otros barrios, como Ciudad Bolívar, Rafael Uribe, Suba, Santa Fe, y Tunjuelito también los comunicadores populares se valieron de altoparlantes para llegarle a la gente.
[1] De Foncuberta, Mar y Gómez Mompart, J.L. Alternativas en comunicación. Crítica de experiencias y teorías. Editorial Mitre. Barcelona, 1983.
[2] Nombre tomado de Raúl Leis y Luis Felipe Ulloa
[3] Diagnóstico del Servicio Colombiano de Radiodifusión Sonora en Colombia. Investigación realizada por Gabriel Gómez, Juan Carlos Quintero, Acción Cultural Popular. Ministerio de comunicaciones, Bogotá – Colombia 2002.
[2] Nombre tomado de Raúl Leis y Luis Felipe Ulloa
[3] Diagnóstico del Servicio Colombiano de Radiodifusión Sonora en Colombia. Investigación realizada por Gabriel Gómez, Juan Carlos Quintero, Acción Cultural Popular. Ministerio de comunicaciones, Bogotá – Colombia 2002.